El Scrabble no es solo un juego de mesa popular, sino una herramienta educativa valiosa que he utilizado tanto con mis hijos como con mis nietas. A lo largo de los años, este juego me ha permitido enseñarles el significado de muchas palabras, el poder de la construcción léxica y la importancia de usar un diccionario. Más allá de ser un simple pasatiempo, el Scrabble ha sido un juego para enseñar y divertir en familia, una puerta a innumerables momentos de aprendizaje y diversión que quedaron para siempre.
Enseñar con Palabras: Una Oportunidad de Aprendizaje
Cuando comencé a jugar Scrabble con mis hijos, ellos tenían aproximadamente 12 años Franahid, 10 Jaen y 8 Francisco Alberto, vi la oportunidad de convertirlo en una actividad educativa y de reunión familiar. Cada vez que colocaban una palabra, aprovechaba para hablarles de su significado, su origen, y cómo podían usarla en una oración. Paso a paso, ellos fueron expandiendo su vocabulario, y no solo aprendieron nuevas palabras, sino que también comenzaron a interesarse por su correcta pronunciación y uso. El Scrabble nos permitía parar y abrir el diccionario en busca de nuevas palabras, lo que no solo fomentaba la curiosidad, sino que también les ayudaba a entender la riqueza de nuestro idioma.
Este proceso continuó con mis nietas, quienes también se involucraron rápidamente en el juego. A medida que jugábamos, les enseñaba la importancia de usar palabras de manera creativa y estratégica. Descubrían cómo una simple combinación de letras podía generar nuevas posibilidades en el tablero, y esto les brindaba un sentido de logro y creatividad.
Un Juego que Fomenta la Atención y la Estrategia
Más allá de su valor educativo, el Scrabble es también un excelente ejercicio para desarrollar la atención y la capacidad estratégica. Al jugar, mis hijos y nietas aprendieron a analizar sus opciones antes de colocar una palabra. Desarrollaron la paciencia de esperar el momento adecuado para usar esas letras claves que les permitirían obtener la mayor puntuación posible.
Verlos pensar y reflexionar sobre cómo aprovechar mejor sus fichas me llenaba de orgullo. Scrabble les exigía estar atentos a las jugadas de los demás, evaluar su propio tablero y anticipar los movimientos futuros. Esta habilidad para planificar y analizar no solo les sirvió en el juego, sino también en su vida diaria, mejorando su capacidad para resolver problemas y tomar decisiones con calma y enfoque.
Momentos de Diversión y Unión Familiar
Algunos de los momentos más felices en nuestra familia han surgido de nuestras sesiones de Scrabble. Alrededor de la mesa, todos nos sumergíamos en la competencia sana, compartíamos risas y, a veces, incluso bromas sobre las palabras que cada uno intentaba colocar en el tablero. El juego era una excusa perfecta para pasar tiempo juntos, lejos de las pantallas y de las preocupaciones diarias.
Además, el Scrabble nos enseñó a respetar las reglas del juego, a esperar nuestro turno y a aceptar tanto las victorias como las derrotas con una sonrisa. Estas lecciones sobre el respeto y la paciencia son valores fundamentales que, creo, deben transmitirse a las nuevas generaciones.
El Valor de Usar el Diccionario
Una de las herramientas más útiles en nuestras partidas era el diccionario. No solo servía para verificar la validez de una palabra, sino que también nos permitía explorar el significado de nuevas palabras. Recuerdo cómo, al principio, mis hijos se mostraban escépticos sobre el uso del diccionario, pero pronto comenzaron a verlo como una fuente de conocimiento. Mis nietas, de igual manera, desarrollaron un amor por descubrir nuevas palabras y aprender sobre sus orígenes y usos.
El Scrabble nos motivaba a ampliar nuestro vocabulario, y, al hacerlo, también mejoramos nuestras habilidades de comunicación. Ver cómo mis hijos y nietas tomaban el diccionario con entusiasmo, buscando palabras que pudieran usar en futuras partidas, fue una de las mayores recompensas de nuestra experiencia compartida con este juego.
Invitación a Padres y Abuelos: Compartiendo Tiempo de Calidad
El Scrabble es más que un simple juego de mesa. Es una oportunidad para enseñar, para compartir y para unir a la familia en torno a una actividad que fomenta el aprendizaje y la diversión al mismo tiempo que genera calma, la espera entre turno y turno desarrolla la oportunidad valiosa de pensar. En una época donde las distracciones tecnológicas son abundantes, es crucial que los padres y abuelos encuentren momentos para desconectarse y compartir con sus hijos o nietos.
Por eso, invito a todos los padres y abuelos a sacar tiempo de calidad para jugar con sus hijos o nietos. El Scrabble puede ser una excelente opción, no solo porque es divertido, sino porque también puede generar conversaciones profundas, risas y un sinfín de recuerdos inolvidables.
Antes de culminar les comento que una de las anécdotas que me quedan con el Escrabble con mis hijos y luego con mis nietos era las sonrisas que nos generaban las palabras raras que se formaban cuando no prestaban atención a la organización del cruce entre letras dentro del tablero. Ejemplo se cruzaban palabras como casa con aar y otras palabras sin sentido que dan el lugar a la explicación y la importancia de la conexión.
¡No subestimemos el poder de los juegos de mesa para crear lazos familiares y fomentar el aprendizaje en esta época de rapidez, vale de vez en cuando ir lento! Saquen el tablero, junten las fichas, y disfruten de una tarde de risas y palabras compartidas.
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