Las Hallacas: Tradición que une corazones, de Venezuela a Portugal

 


Las Hallacas: Tradición que une corazones, de Venezuela a Portugal

Cuando hablamos de las hallacas, no nos referimos simplemente a un plato tradicional venezolano; hablamos de un legado cargado de historia, sabor y amor familiar. Este año, es nuestra segunda navidad en Portugal y nuestra primera Navidad con un reto emocionante que nos planteamos: recrear las Hallacas Venezolanas con todos los ingredientes que dan vida a este plato tan nuestro. ¡Y lo logramos!. 

Es importante contarles que en supermercados locales y tiendas especializadas, encontramos los productos necesarios para darle forma a ese sueño que nos une por generaciones y es una de nuestras tradiciones más emblemáticas en la navidad.

Una receta cargada de herencia del oriente de Venezuela

La receta que llevamos en el corazón viene del Oriente venezolano, desde Upata de la mano de mi padre, Francisco Ramón, a quien llamábamos cariñosamente Papaito. Desde que tengo memoria, Papaito transformaba diciembre en un mes de aprendizaje y unión. 

Nos convocaba a todos, desde los más pequeños hasta los mayores, a cortar, picar y preparar cada ingrediente con precisión casi ceremonial. 

Las hallacas de nuestra familia se caracterizan por un guiso donde todo está picado en pequeños cuadritos: la carne, el cerdo, el pollo, las aceitunas y las alcaparras. Adicionalmente, llevan papa en cuadritos y, en ocasiones, adornos especiales como pasas, tiras de pimentón rojo y huevos, que aporta un sabor característico a cada Hallaca. Este arte culinario refleja nuestra herencia ancestral, un sabor particular que evoca los días soleados y las reuniones bulliciosas en Tamare.

Algo de historia sobre nuestra Hallaca

El origen de la hallaca venezolana se remonta a la época colonial y está profundamente arraigado en la mezcla cultural entre los pueblos indígenas, los europeos y los africanos. Aunque no existe una fecha exacta de su creación, se cree que surgió como resultado de la fusión de tradiciones gastronómicas durante la colonización española.

Origen Indígena:

Los pueblos originarios de Venezuela ya preparaban alimentos envueltos en hojas, como el caso del hallaquín, que consistía en una masa de maíz con ingredientes básicos, cocida y protegida por hojas vegetales. Esta técnica ancestral es la base de la hallaca.

Influencia Africana y Europea:

Con la llegada de los colonizadores españoles y los esclavos africanos, se incorporaron ingredientes y técnicas que enriquecieron la preparación. Los europeos aportaron el uso de carnes variadas, especias y guisos más elaborados. Por su parte, los africanos influyeron en el uso de condimentos intensos y técnicas de preparación que dieron lugar al equilibrio único de sabores dulces y salados de la hallaca.

Una Comida con Historia Social:

Según una de las teorías más difundidas, la hallaca nació como un platillo de aprovechamiento. Los esclavos y sirvientes de las haciendas coloniales recogían los restos de los alimentos más finos utilizados por los amos durante las fiestas decembrinas. Estos restos eran incorporados a un guiso y envueltos en masa de maíz, siguiendo el método indígena de cocción en hojas.

Simbolismo y Tradición:

Con el tiempo, la hallaca se convirtió en un símbolo de unión y celebración familiar. Su preparación, que requiere la participación de varias personas, refleja la importancia del trabajo en equipo y el compartir. Hoy en día, es un elemento imprescindible en la Navidad venezolana y una tradición que conecta generaciones.

La palabra hallaca proviene probablemente de un vocablo indígena, aunque hay debate sobre su etimología. Algunos estudiosos sugieren que puede estar relacionada con el término guaraní ayúa o ayuar, que significa “mezclar” o “revolver”. Otros creen que deriva del lenguaje de los pueblos originarios del centro de Venezuela.

La Hallaca Moderna:

Hoy en día, la receta de la hallaca varía según la región del país, reflejando la diversidad cultural de Venezuela. Por ejemplo, en los Andes suelen incluir garbanzos y se utilizan hojas de bijao en lugar de plátano. En Oriente, como en nuestro caso familiar, todo se corta en pequeños cuadritos, y pueden llevar adornos como rodajas de papa. En algunos lugares como Trujillo se le agrega Caraotas negras.

La hallaca no es solo un plato, sino un símbolo de identidad y resistencia cultural que ha trascendido fronteras, manteniéndose como un emblema de la rica tradición venezolana.

Preparar hallacas en Portugal

Preparar hallacas en Portugal fue un viaje de recuerdos y descubrimientos. Aunque algunas hojas de plátano lucían distintas y hubo que adaptarse a marcas de harina desconocidas, el resultado fue mágico. En cada paso, desde el amasado hasta el armado, volvieron a nosotros las risas de otras épocas, los consejos de Papaito y la complicidad de trabajar juntos por un objetivo común, así como la música que nos unía. Porque las hallacas no son solo comida; son una tradición que une manos y corazones.

La Receta de Nuestras Hallacas

Ingredientes para el guiso:

  • 1 kg de carne de res.

  • 1 kg de carne de cerdo.

  • 1 kg de pechuga de pollo.

  • 200 g de tocino o manteca.

  • 2 cebollas grandes.

  • 1 pimentón rojo.

  • 5 dientes de ajo.

  • 5 ajíes dulces.

  • 150 g de aceitunas rellenas.

  • 100 g de alcaparras.

  • 100 g de pasas.

  • 2 papas medianas en rodajas finas.

  • Sal, pimienta, comino y papelón rallado al gusto.

  • Vino tinto para darle profundidad al sabor.

  • 2 tazas de agua de las carnes.

  • 2 cucharadas de harina de maíz.

  • 1 cucharada de onoto disuelto en aceite.

Ingredientes para la masa:

  • 1 kg de harina de maíz precocida.

  • 1 taza de manteca de cerdo o aceite onotado.

  • Caldo del guiso para saborizar.

  • Sal al gusto.

Para el montaje:

  • Hojas de plátano (limpias y suavizadas al calor).

  • Pabilo para amarrar.

Preparación paso a paso

  1. Cocina las carnes por separado, desmecha el pollo y corta en cubos pequeños el cerdo y la res. En la grasa del tocino, sofríe ajo, cebolla, ají dulce y pimentón, luego incorpora las carnes y el resto de los ingredientes.

  2. Mezcla el agua de las carnes con la harina de maíz y el onoto, y agrégala al guiso. Cocina a fuego lento para que espece y concentre los sabores. Este paso asegura que el guiso quede suculento y bien integrado.

  3. Prepara la masa mezclando harina, manteca onotada y caldo del guiso. Debe quedar suave y manejable.

  4. Coloca en cada hoja una base de masa, extiende y agrega el guiso, la papa y los adornos. Envuelve con cuidado y amarra.

  5. Cocina las hallacas en agua hirviendo por aproximadamente 1 hora.

¿Qué diferencia a la hallaca de otros platos similares?

Aunque el tamal mexicano y el bollito dominicano tienen ciertas semejanzas con la hallaca, este plato venezolano se distingue por la sofisticación de su guiso y la complejidad de su preparación. La hallaca es un mosaico de sabores cuidadosamente equilibrados, envuelto en hojas de plátano que aportan un toque ahumado y distintivo. Mientras que el tamal suele tener una textura más homogénea, la hallaca brilla por su diversidad de ingredientes y la manera en que estos se complementan.

Una tradición que trasciende fronteras

Este diciembre, mientras degustábamos nuestras primeras hallacas en Portugal, nos dimos cuenta de que habíamos recreado algo más grande que una receta: habíamos traído a nuestra mesa la esencia de Papaito y la fortaleza de nuestra familia. En un mundo donde las distancias parecen interminables, las tradiciones como esta nos recuerdan que lo esencial siempre vive en el corazón.

Te invito a seguir preparando hallacas, sin importar dónde estemos, porque son el hilo que nos conecta con nuestras raíces y con quienes amamos. Por muy difíciles que sean los tiempos, la tradición nos une y nos da fuerza para seguir adelante, juntos y en familia.

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